El día 18 de enero a las 7 de la tarde, nuestra amada congregación nos realiza una ceremonia de despedida, ya que queda muy poco tiempo para partir. En las siguientes fotos aparecen imagenes de todo lo vivido ese día.
Realmente fue un día hermoso como familia, ver como los hnos. nos expresan su amor, a través de sus palabras, un poema, un hermoso galvano, un ramo de flores, todo ello muestra el amor que existe entre la familia de Dios.
Nuestro Pastor Sandro Valdivia nos regala algunas palabras que nos animan a seguir adelante y nos deja de regalo el versículo que se encuentra en 1 Crónicas 28:20 que dice:
"Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. "

Hubo un momento de oración que fue dirijida por el pastor Sergio Galaz de la Iglesia Bautista de Las Condes, participó en la ceremonia también el director de Abem, el hno. Scott Russell, ellos junto al diácono de la iglesia, nuestro hno. Rodrigo Herrera, el pastor Sandro y toda la congregación oró por nuestra partida y el servicio que realizaremos en Chiguayante.

Y cuando llegó la hora de dirigirnos a nuestros hnos. a nuestra iglesia en la cual hemos servido a Dios por 10 años yá; en la cual hemos hecho lazos de amistad, en la que nos conoce, en la que nos vió crecer; fue inevitable no derramar lágrimas, lagrimas de alegría por el amor que sentimos hacia nuestro pastor Sandro, quien dirijió nuestras vidas espirituales, y siempre está pendiente y animándonos, amor que sentimos hacia su esposa, nuestra hna Claudia Olivares, quien durante este tiempo de haber estado en la iglesia vimos su testimonio de trabajo y servicio de la mano de su esposo, apoyandolo en todo; y el amor hacia nuestra amada congregación que nos conoció y nos ama. Y lágrimas de felicidad, porque estamos convencidos que estamos en la voluntad de Dios.
Y cuando llegó la hora de dirigirnos a nuestros hnos. a nuestra iglesia en la cual hemos servido a Dios por 10 años yá; en la cual hemos hecho lazos de amistad, en la que nos conoce, en la que nos vió crecer; fue inevitable no derramar lágrimas, lagrimas de alegría por el amor que sentimos hacia nuestro pastor Sandro, quien dirijió nuestras vidas espirituales, y siempre está pendiente y animándonos, amor que sentimos hacia su esposa, nuestra hna Claudia Olivares, quien durante este tiempo de haber estado en la iglesia vimos su testimonio de trabajo y servicio de la mano de su esposo, apoyandolo en todo; y el amor hacia nuestra amada congregación que nos conoció y nos ama. Y lágrimas de felicidad, porque estamos convencidos que estamos en la voluntad de Dios.
Gracias a todos nuestros hnos. quienes estuvieron en la ceremonia y a quienes nos apoyan en este gran desafío.